Carta a los miembros del Consejo Rector de la SEMINCI de la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid

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Estimados/as Consejeros/as:

Nos dirigimos a ustedes para pedirles que se sumen a la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el Estado de Israel y no acojan en la SEMINCI películas financiadas por cualquier administración pública israelí. La SEMINCI siempre ha destacado por la calidad y la potenciación de valores humanos. Esto parece incompatible con la selección y proyección de películas que representan a un país que pisotea la legalidad internacional y viola los derechos humanos desde su fundación, y muy especialmente en estos días. Que un festival tan prestigioso como éste acepte películas financiadas por el estado de Israel, contribuye mucho más que otros festivales a darle a Israel un certificado de buena conducta, a legitimarlo.

Nos gustaría poder reunirnos con ustedes y explicarles detenidamente el porqué de nuestra petición, pues somos conscientes de la dificultad de entender un boicot cultural. Mientras tanto, éstas son algunas de nuestras razones:

Israel es un estado que incumple sistemáticamente las resoluciones de las Naciones Unidas, tanto de la Asamblea General como del Consejo de Seguridad, la IV Convención de Ginebra y que no respeta los DDHH más elementales. Los encargados de implementar esta legalidad internacional hacen caso omiso de sus obligaciones haciendo de Israel un estado completamente impune e imposibilitando así que Israel se siente a negociar una paz justa basada en el Derecho Internacional; es por esto que apelamos a la sociedad en su conjunto y a ustedes mismos a participar de esta campaña. Y más cuando en estos momentos Israel ha desencadenado una ola de violencia más intensa de lo habitual contra la población palestina a través de su policía y cuerpos paramilitares, fomentando un odio hacia esta población  que provoca actos de extrema crueldad como dejar desangrarse a niños y niñas heridos mientras se les insulta o el linchamiento de personas de otras nacionalidades al confundirlas, por su color, con palestinos.

El BDS es una campaña  global lanzada por la sociedad civil palestina que busca aislar al Estado de Israel y a su sistema de Apartheid hasta que cumpla con estos tres requisitos avalados por la legalidad internacional:

  1. El fin de la Ocupación y la colonización de todas las tierras árabes y el desmantelamiento del Muro de anexión y de las colonias en territorio ocupado.
  2. El reconocimiento del derecho fundamental de las palestinas y palestinos de Israel a la igualdad completa con la población judía.
  3. La implementación del derecho al retorno de los refugiados palestinos, tal como estipula la resolución 194 de la ONU.
Seguramente sería discutible si la cultura y el arte tienen que ver con la política o no, pero lo que es seguro, porque lo han declarado públicamente ministros y altos cargos israelís, es que Israel los utiliza para lavar su imagen ante el mundo y para invisibilizar al pueblo palestino, discriminando a sus artistas y ejerciendo un boicot muy efectivo contra la creación y difusión del cine palestino. Israel no solo le ha robado a la población palestina la tierra y el agua, también le usurpa su historia y su cultura y le impide contar y difundir su versión.

Lo que les pedimos, al igual que se lo piden israelís comprometidos con una paz justa, es que la limpieza étnica, la segregación racial y religiosa, la colonización o la creación de muros de anexión y las masacres israelís tengan consecuencias para el estado de Israel posicionándose así del lado de la justicia y la paz. No podemos, desde ningún ámbito, mirar hacia otro lado cuando los niños palestinos, las mujeres y los hombres son asesinados, quemados vivos, arrestados, detenidos y registrados en los controles, no se les permite moverse, enterrar a sus muertos, tener una educación adecuada... El boicot, al que les invitamos a sumarse, es sólo nuestra pequeña manera de decir: "No, no está bien”.

Ver miembros del Consejo Rector de la SEMINCI

Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid
Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid

La Plataforma solidaria con Palestina llama al apoyo del cine palestino en Seminci y al boicot del cine israelí

 
Carteles de las películas palestinas en Seminci.  

Proponen el respaldo de las dos películas palestinas incluidas en la programación
últimoCero, Valladolid, Jueves, 22 de Octubre de 201
La Plataforma solidaria con Palestina de Valladolid llama al boicot del cine israelí en Seminci y a que se respalden masivamente la proyección de las dos películas palestinas incluidas en la programación del certámen.

En concreto, la Plataforma, que ha difundido cartelería con la campaña de boicot en la que distintos artistas e intelectuales apoyan el boicot cultural a Israel con el lema “Ayer Sudáfrica, hoy Palestina”, pide que no se acuda a la proyección de Princess (de la sección Punto de Encuentro), Made in Israel (sección Talentos del siglo XXI), Hatuna Meniyar (Wedding Doll) (Seminci Joven) y Tikkun (de la Sección Oficial).

Por el contrario, la Plataforma recuerda que este año en el festival de cine vallisoletano tiene dos películas palestinas (Degradè y 3000 noches) a las que animan a ir luciendo camisetas de la plataforma, banderas, pañuelos palestinos, etc. 

Las primeras sesiones de proyección de estas películas son ambas el lunes 26: primero Degradè a las 20h en el Teatro Calderón y después 3000 noches en el Teatro Zorrilla a las 22h.

BOICOT al CINE ISRAELÍ en la Seminci: ¡No vayas a ver películas de Israel!


En la semana internacional de cine de Valladolid se proyectan cuatro películas de origen y financiación israelí.

Desde la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid queremos pedir que nadie acuda a estas proyecciones como método de presión para que el patronato de la Seminci no vuelva a proyectar películas israelíes hasta que no devuelvan el territorio a quién pertenece y deje de abusar del pueblo palestino.

El estado israelí utiliza la cultura para realizar un "lavado de cara". La intención de Israel es la de normalizar la situación y dar una imagen de un país democrático ocultando la ocupación ilegal, la expulsión forzosa de millones de personas de sus casas y la matanza de miles palestinos.

Desde la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid pedimos que no se compren productos que vienen de Israel con el código de barras 729, que no vayan a sus películas ni a espectáculos deportivos israelíes. El boicot económico es la estrategia pacífica para acabar con un estado xenófobo que está llevando a cabo una limpieza étnica.

Maratón de CINE PALESTINO en la Seminci de Valladolid



¡Vente al maratón de cine palestino con la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid!

Este año en el festival de cine vallisoliteno tenemos dos películas palestinas (Degradè y 3000 noches) a las que queremos animaros a ir y si os traéis las camisetas de la plataforma, banderas, pañuelos palestinos, etc. mejor todavía.

Las sesiones son ambas el lunes 26: primero Degradè a las 20h en el Teatro Calderón y después 3000 noches en el Teatro Zorrilla a las 22h.

Por si no podéis asistir a estas horas os dejamos todas las sesiones a las que se proyectarán para que os animéis y no perdáis esta oportunidad.

3.000 noches
Lunes, 26/10/2015 | 22:00 | Teatro Zorrilla
Martes, 27/10/2015 | 11:30 | Teatro Zorrilla

Degradado
Lunes, 26/10/2015 | 12:00 | Teatro Calderón
Lunes, 26/10/2015 | 20:00 | Teatro CalderónMartes, 27/10/2015 | 16:30 | Teatro Carrión


Contra la injusticia y la impunidad
Firma #YoNOComproApartheid

http://boicotisrael.net/yonocomproapartheid/

La ola internacional de solidaridad con Palestina llega a Valladolid


 últimoCero, Martes, 20 de Octubre de 201 

Un momento de la concentración en Fuente Dorada. Foto: P.G.
Un momento de la concentración en Fuente Dorada. Foto: P.G.
Más de un centenar de personas han atendido el llamamiento de la Plataforma Solidaria con Palestina en Valladolid dentro de la Ola Internacional de Solidaridad con la Resistencia Popular Palestina. En la concentración, en la plaza de Fuente Dorada durante casi una hora, se ha informado de las víctimas palestina causadas por el estado de Israel,  se ha llamado al boicot a los productos con el código de barras 729 y procedido a la lectura del manifiesto del Comité Nacional de BDS.

Henar Redondo, de la Plataforma Solidaria con Palestina en Valladolid, ha informado que durante el mes de octubre el número de palestinos asesinado es de casi medio centenar: más de 31 en Gaza y 14 en Cisjordania. "Los heridos superan los 1.800, entre ellos muchos niños y niñas", dijo Redondo, frente a los 8 muertos israelíes. "Una vez más, Israel nos saca a la calle", denunció la portavoz de los plataforma convocante.

Tras la lectura del manifiesto del Comité Nacional de BDS, se realizó un llamamiento a no consumir productos procedentes de Israel, que tienen el código de barras 729, y a no acudir a las cuatro películas anunciadas en la próxima 60 edición de la Seminci, que "han sido financiadas por el área de Cultura del gobierno sionista de Netanyahu, Por el contrario, se proyectarán dos películas que narran el día a día de los palestinos".

Israel comenzó el domingo 18 de octubre la construcción de un muro de 10 metros de alto en el barrio de Armon HaNatziv, en Jerusalén, "por razones de seguridad".

La concentración se ha disuelto con los gritos de "¡Gaza resiste. Palestina vencerá!", "Israel asesino del pueblo palestino" y "No hay que comprar productos de Israel".

Manifiesto

El Comité Nacional de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) difundió la pasada semana el siguiente manifiesto en Solidaridad con Palestina, que se está procediendo a dar lectura en todos los actos solidarios que se están organizando:

"Tanto si la fase actual de intensificación de la represión israelí y la resistencia popular palestina deriva en una intifada en toda regla o no, una cosa ya es evidente: una nueva generación de palestinos y palestinas está siguiendo los pasos de las generaciones anteriores, levantándose en masa contra un brutal régimen de ocupación, colonialismo y apartheid israelíes que lleva muchas décadas.

Los gobiernos del mundo, especialmente en Occidente, están llamando a esto un “ciclo de violencia” del que ambas partes tienen la culpa, ignorando la causa fundamental de este conflicto colonial, así como su propia complicidad en permitirle a Israel mantenerlo y violar el derecho internacional con total impunidad. Casi toda la población palestina hoy está llamando a un boicot total y a aislar internacionalmente a Israel, en todos los campos, igual que se hizo con el apartheid sudafricano.

En esta última ronda, Israel ha avivado las llamas de la resistencia popular palestina intensificando sus ataques contra el complejo de la mezquita de Al-Aqsa (el Noble Santuario), ubicado en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, ocupada por Israel. Grupos de colonos judíos fundamentalistas y fanáticos, respaldados por el gobierno israelí, han profanado reiteradamente la Explanada de las Mezquitas, a menudo insultando verbalmente a los fieles con un vil racismo y llamando abiertamente a la destrucción de la mezquita. Esto ha provocado la ira y la protesta generalizadas en Jerusalén y entre la población palestina en todas partes de la Palestina histórica.

Generalmente la respuesta del ejército israelí ha sido proteger a los colonos criminales y castigar a las víctimas palestinas, negando en última instancia a casi todos los palestinos y palestinas el acceso a su sitio sagrado.

Estas amenazas son tomadas en serio por la población palestina, que sufre a diario las consecuencias de la política oficial israelí de “judaización” de la ciudad, una política de colonización gradual de la tierra y de sustitución de la población nativa palestina, cristiana y musulmana, por colonos judíos ilegales. Esta política, que constituye limpieza étnica y crimen de guerra según el derecho internacional, se implementa a través de la incesante confiscación de tierras, la expansión del muro colonial, las demoliciones de casas, la apropiación de viviendas palestinas por parte de los colonos, los asesinatos extrajudiciales, las detenciones y expulsiones; todo ello apoyado por el sistema de “justicia” israelí, aliado incondicional en el crimen.

Este último ataque israelí contra la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén Oriental ocupada, por otra parte, no es un incidente aislado. Cientos de iglesias y mezquitas históricas han sido destruidas desde 1948 por las milicias sionistas y más tarde por el Estado de Israel. El verano pasado, durante la masacre en Gaza, Israel bombardeó y destruyó 73 mezquitas. Muchas iglesias y mezquitas palestinas han sido dañadas o profanadas este año por extremistas judíos en los llamados “ataques con etiqueta de precio”, incluyendo la Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces, junto al lago Tiberíades, que fue incendiada en junio pasado.

Estos ataques racistas y criminales contra la libertad religiosa del pueblo palestino son una expresión del viraje masivo de la sociedad israelí hacia la extrema derecha, de la prevalencia de un racismo colonial manifiesto, sin precedentes y profundamente asentado, y del odio racial contra el pueblo indígena palestino.

A prácticamente todos los palestinos y palestinas de Cisjordania y Gaza se les niega el acceso a Jerusalén, que está encerrada por muros, torres de vigilancia y alambrados de púas, y diariamente están a merced de ataques y humillaciones.

Durante los períodos considerados “de calma“, Israel refuerza su cerco medieval a Gaza, lleva a cabo incursiones en las ciudades palestinas, confisca sus tierras –incluso en el Naqab (Negev)-, destruye sus propiedades y construye colonias ilegales sólo para población judía. En el continuo intento de afianzar su sistema de apartheid y dominación colonial, Israel niega a la población palestina todo el espectro de derechos básicos, desde el derecho de las niñas y niños a la educación hasta el acceso de las madres a la atención médica, o a los agricultores la posibilidad de acceder a su tierra, o el derecho de los miembros de una familia a vivir bajo el mismo techo. Y todo esto se hace con la bendición de los tribunales.

En vista de la apatía o la complicidad directa de los gobiernos del mundo y de la ONU, y de la impunidad de Israel para perpetuar este sistema de injusticia contra nuestro pueblo, tanto en la Palestina histórica como en el exilio, el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) ha hecho grandes avances para reposicionar a Israel en el escenario mundial como un estado paria.

A través del boicot a las instituciones que son cómplices de las violaciones de Israel al derecho internacional, mediante la desinversión de las empresas que apoyan la opresión israelí, y a través del llamamiento a aplicar sanciones fundamentadas en los principios, el movimiento BDS ha aumentado el aislamiento de Israel y ha comenzado a imponerle costos a su régimen de ocupación, colonización y apartheid.

El Banco Mundial ha revelado que las importaciones palestinas procedentes de Israel están cayendo de manera significativa. Empresarios israelíes están informando que los inversores europeos ya no quieren invertir en Israel, en tanto que un estudio de la ONU confirma que la inversión extranjera directa en Israel se redujo en un 46% en 2014, en comparación con 2013. Un estudio de la Corporación Rand predice que el BDS puede costarle a Israel entre el 1 y el 2% de su PIB anual durante los próximos 10 años; y más recientemente, la agencia de calificación crediticia Moody’s ha informado que el BDS es una amenaza potencial para la economía israelí.

Aún queda mucho por hacer, sin embargo, para obligar a Israel a rendir cuentas y romper su impunidad, que aún es fuerte. Los gobiernos cómplices deben ser denunciados. Las empresas que están facilitando y  beneficiándose de las violaciones de derechos humanos por parte de Israel deben pagar un precio -en reputación y en ganancias. La maquinaria militar de Israel, incluyendo su rama de investigación, debe ser objeto de un amplio embargo militar internacional; y todos los gobernantes, oficiales y soldados israelíes que estén involucrados en la comisión de los crímenes presentes y pasados deben ser procesados por la Corte Penal Internacional, así como por tribunales nacionales que respeten la jurisdicción universal.

Israel no sólo oprime al pueblo palestino: está exportando al mundo su despiadado modelo de seguridad y represión. Israel está profundamente involucrado en entrenar y armar a escuadrones de la muerte en América Latina (a menudo como agente de Estados Unidos), en vender armas y experticia militar a las dictaduras de Asia y África (a menudo a los dos bandos de una guerra civil) y en la militarización de las fuerzas policiales de Ferguson, Los Ángeles, Londres y de ciudades de todo el mundo. Israel hoy en día juega un papel clave en la represión doméstica contra los movimientos de justicia racial, social, económica y ambiental de todo el mundo.

El Comité Nacional Palestino de BDS (BNC), que lidera el movimiento global de BDS, hace un llamamiento a las personas de conciencia de todo el mundo para que apoyen al pueblo palestino en su búsqueda de la libertad en este momento crucial, intensificando las actividades de BDS contra el régimen de opresión israelí.

En particular, y en relación con la actual revuelta masiva en las calles de Palestina, hacemos un llamado a quienes apoyan la lucha palestina para:

  • crear conciencia sobre los derechos palestinos consagrados en el derecho internacional, y a apoyar el BDS mediante la difusión en los medios de comunicación, incluidas las redes sociales;
  • presionar a los parlamentos para imponer un embargo militar sobre Israel;
  • hacer campaña contra las compañías militares israelíes, como Elbit Systems;
  • apoyar las campañas de boicot y desinversión contra empresas cómplices, como G4S y HP, que están más abiertamente involucradas en la infraestructura de opresión israelí;
  • aprobar resoluciones de BDS efectivas y estratégicas, no sólo simbólicas, en sindicatos, asociaciones académicas, gobiernos estudiantiles y movimientos sociales, que puedan conducir a tomar medidas concretas, y a intensificar el boicot cultural a Israel;
  • considerar la posibilidad de emprender acciones legales contra los criminales israelíes (soldados, colonos, funcionarios y gobernantes) y contra los ejecutivos de las corporaciones que están implicadas en los crímenes israelíes y en sus violaciones del derecho internacional.
Al igual que la generación de sus progenitores, miles de jóvenes palestinos(as) en Jerusalén, Gaza, Ramala, Hebrón, Belén, Yaffa, Nazaret y otros lugares han salido a las calles para protestar masivamente contra la ocupación y el apartheid de Israel; y sobre todo, se están sacudiendo la desesperación y liberando sus mentes del mito de la opresión como destino. También están alimentando la aspiración de todo el pueblo palestino a la libre determinación y a vivir en libertad, dignidad y en una paz justa.

Ya es hora de aislar al régimen de militarización, securitización y racismo de Israel, que representa un peligro no sólo para el pueblo palestino y los países árabes, sino para la humanidad entera".

Fuente Último Cero: http://www.ultimocero.com/articulo/la-ola-internacional-solidaridad-con-palestina-llega-valladolid

19 octubre: Concentración Ola de solidaridad internacional con Palestina



OLA DE SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
CON PALESTINA


CONCENTRACIÓN
19 de octubre de 2015, lunes
20.00 horas
Plaza de Fuente Dorada

A partir de este fin de semana: 16-18 octubre

¡Solidaridad con la resistencia popular palestina! ¡Boicot a Israel ahora!


#SolidarityWaveBDS


¡Solidaridad con la resistencia popular palestina! ¡Boicot a Israel ahora! -


Tanto si la fase actual de intensificación de la represión israelí y la resistencia popular palestina deriva en una intifada en toda regla o no, una cosa ya es evidente: una nueva generación de palestinos y palestinas está siguiendo los pasos de las generaciones anteriores, levantándose en masa contra un brutal régimen de ocupación, colonialismo y apartheid israelíes que lleva muchas décadas.
Los gobiernos del mundo, especialmente en Occidente, están llamando a esto un “ciclo de violencia” del que ambas partes tienen la culpa, ignorando la causa fundamental de este conflicto colonial, así como su propia complicidad en permitirle a Israel mantenerlo y violar el derecho internacional con total impunidad. Casi toda la población palestina hoy está llamando a un boicot total y a aislar internacionalmente a Israel, en todos los campos, igual que se hizo con el apartheid sudafricano.
En esta última ronda, Israel ha avivado las llamas de la resistencia popular palestina intensificando sus ataques contra el complejo de la mezquita de Al-Aqsa (el Noble Santuario), ubicado en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, ocupada por Israel. Grupos de colonos judíos fundamentalistas y fanáticos, respaldados por el gobierno israelí, han profanado reiteradamente la Explanada de las Mezquitas, a menudo insultando verbalmente a los fieles con un vil racismo y llamando abiertamente a la destrucción de la mezquita. Esto ha provocado la ira y la protesta generalizadas en Jerusalén y entre la población palestina en todas partes de la Palestina histórica.
Generalmente la respuesta del ejército israelí ha sido proteger a los colonos criminales y castigar a las víctimas palestinas, negando en última instancia a casi todos los palestinos y palestinas el acceso a su sitio sagrado.
Estas amenazas son tomadas en serio por la población palestina, que sufre a diario las consecuencias de la política oficial israelí de “judaización” de la ciudad, una política de colonización gradual de la tierra y de sustitución de la población nativa palestina, cristiana y musulmana, por colonos judíos ilegales. Esta política, que constituye limpieza étnica y crimen de guerra según el derecho internacional, se implementa a través de la incesante confiscación de tierras, la expansión del muro colonial, las demoliciones de casas, la apropiación de viviendas palestinas por parte de los colonos, los asesinatos extrajudiciales, las detenciones y expulsiones; todo ello apoyado por el sistema de “justicia” israelí, aliado incondicional en el crimen.
Este último ataque israelí contra la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén Oriental ocupada, por otra parte, no es un incidente aislado. Cientos de iglesias y mezquitas históricas han sido destruidas desde 1948 por las milicias sionistas y más tarde por el Estado de Israel. El verano pasado, durante la masacre en Gaza, Israel bombardeó y destruyó 73 mezquitas. Muchas iglesias y mezquitas palestinas han sido dañadas o profanadas este año por extremistas judíos en los llamados “ataques con etiqueta de precio”, incluyendo la Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces, junto al lago Tiberíades, que fue incendiada en junio pasado.
Estos ataques racistas y criminales contra la libertad religiosa del pueblo palestino son una expresión del viraje masivo de la sociedad israelí hacia la extrema derecha, de la prevalencia de un racismo colonial manifiesto, sin precedentes y profundamente asentado, y del odio racial contra el pueblo indígena palestino.
A prácticamente todos los palestinos y palestinas de Cisjordania y Gaza se les niega el acceso a Jerusalén, que está encerrada por muros, torres de vigilancia y alambrados de púas, y diariamente están a merced de ataques y humillaciones.
Durante los períodos considerados “de calma“, Israel refuerza su cerco medieval a Gaza, lleva a cabo incursiones en las ciudades palestinas, confisca sus tierras –incluso en el Naqab (Negev)-, destruye sus propiedades y construye colonias ilegales sólo para población judía. En el continuo intento de afianzar su sistema de apartheid y dominación colonial, Israel niega a la población palestina todo el espectro de derechos básicos, desde el derecho de las niñas y niños a la educación hasta el acceso de las madres a la atención médica, o a los agricultores la posibilidad de acceder a su tierra, o el derecho de los miembros de una familia a vivir bajo el mismo techo. Y todo esto se hace con la bendición de los tribunales.
En vista de la apatía o la complicidad directa de los gobiernos del mundo y de la ONU, y de la impunidad de Israel para perpetuar este sistema de injusticia contra nuestro pueblo, tanto en la Palestina histórica como en el exilio, el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) ha hecho grandes avances para reposicionar a Israel en el escenario mundial como un estado paria.
A través del boicot a las instituciones que son cómplices de las violaciones de Israel al derecho internacional, mediante la desinversión de las empresas que apoyan la opresión israelí, y a través del llamamiento a aplicar sanciones fundamentadas en los principios, el movimiento BDS ha aumentado el aislamiento de Israel y ha comenzado a imponerle costos a su régimen de ocupación, colonización y apartheid.
El Banco Mundial ha revelado que las importaciones palestinas procedentes de Israel están cayendo de manera significativa. Empresarios israelíes están informando que los inversores europeos ya no quieren invertir en Israel, en tanto que un estudio de la ONU confirma que la inversión extranjera directa en Israel se redujo en un 46% en 2014, en comparación con 2013. Un estudio de la Corporación Rand predice que el BDS puede costarle a Israel entre el 1 y el 2% de su PIB anual durante los próximos 10 años; y más recientemente, la agencia de calificación crediticia Moody’s ha informado que el BDS es una amenaza potencial para la economía israelí.
Aún queda mucho por hacer, sin embargo, para obligar a Israel a rendir cuentas y romper su impunidad, que aún es fuerte. Los gobiernos cómplices deben ser denunciados. Las empresas que están facilitando y  beneficiándose de las violaciones de derechos humanos por parte de Israel deben pagar un precio -en reputación y en ganancias. La maquinaria militar de Israel, incluyendo su rama de investigación, debe ser objeto de un amplio embargo militar internacional; y todos los gobernantes, oficiales y soldados israelíes que estén involucrados en la comisión de los crímenes presentes y pasados deben ser procesados por la Corte Penal Internacional, así como por tribunales nacionales que respeten la jurisdicción universal.
Israel no sólo oprime al pueblo palestino: está exportando al mundo su despiadado modelo de seguridad y represión. Israel está profundamente involucrado en entrenar y armar a escuadrones de la muerte en América Latina (a menudo como agente de Estados Unidos), en vender armas y experticia militar a las dictaduras de Asia y África (a menudo a los dos bandos de una guerra civil) y en la militarización de las fuerzas policiales de FergusonLos ÁngelesLondres y de ciudades de todo el mundo. Israel hoy en día juega un papel clave en la represión doméstica contra los movimientos de justicia racial, social, económica y ambiental de todo el mundo.
El Comité Nacional Palestino de BDS (BNC), que lidera el movimiento global de BDS, hace un llamamiento a las personas de conciencia de todo el mundo para que apoyen al pueblo palestino en su búsqueda de la libertad en este momento crucial, intensificando las actividades de BDS contra el régimen de opresión israelí. En particular, y en relación con la actual revuelta masiva en las calles de Palestina, hacemos un llamado a quienes apoyan la lucha palestina para:
  • crear conciencia sobre los derechos palestinos consagrados en el derecho internacional, y a apoyar el BDS mediante la difusión en los medios de comunicación, incluidas las redes sociales;
  • presionar a los parlamentos para imponer un embargo militar sobre Israel;
  • hacer campaña contra las compañías militares israelíes, como Elbit Systems;
  • apoyar las campañas de boicot y desinversión contra empresas cómplices, como G4S y HP, que están más abiertamente involucradas en la infraestructura de opresión israelí;
  • aprobar resoluciones de BDS efectivas y estratégicas, no sólo simbólicas, en sindicatos, asociaciones académicas, gobiernos estudiantiles y movimientos sociales, que puedan conducir a tomar medidas concretas, y a intensificar el boicot cultural a Israel;
  • considerar la posibilidad de emprender acciones legales contra los criminales israelíes (soldados, colonos, funcionarios y gobernantes) y contra los ejecutivos de las corporaciones que están implicadas en los crímenes israelíes y en sus violaciones del derecho internacional.
Al igual que la generación de sus progenitores, miles de jóvenes palestinos(as) en Jerusalén, Gaza, Ramala, Hebrón, Belén, Yaffa, Nazaret y otros lugares han salido a las calles para protestar masivamente contra la ocupación y el apartheid de Israel; y sobre todo, se están sacudiendo la desesperación y liberando sus mentes del mito de la opresión como destino. También están alimentando la aspiración de todo el pueblo palestino a la libre determinación y a vivir en libertad, dignidad y en una paz justa.
Ya es hora de aislar al régimen de militarización, securitización y racismo de Israel, que representa un peligro no sólo para el pueblo palestino y los países árabes, sino para la humanidad entera.
Comité Nacional Palestino de BDS

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